Lo querían ver muerto. El fascio internacional, el imperialismo, la oligarquía, las distintas cabezas de la hidra del capitalismo querían ver al Comandante Chávez muerto. Pensaban que sin él se extinguiría la llama de la Revolución. ¡Qué equivocados estaban! Esos ignorantes, consumidos por su arrogancia, siempre ven a los pueblos como un rebaño dirigido. No pueden entender que hasta el pueblo más aplastado por siglos de barbarie y opresión, termina por despertar. El pueblo venezolano parecía dormido, como muchos otros pueblos, hasta que despertó. Y despertó a través de la figura de Hugo Chávez. Él impulsó, animó y educó ese despertar, pero también se alimentó del mismo. No era un Mesias, ni un Soter ni un Tribuno, era un Revolucionario, el primero del siglo XXI, desde el principio fusionado con el pueblo, siendo parte del pueblo.